DÍA 3, 30 DE OCTUBRE DE 2007

Amanecimos en el Hotel Turista de Huancayo, uno de los hoteles más histórico de la ciudad, sus amplios pasillos y salones adornados con hermosos reproducciones de cuadros de la escuela de Cuzco, del siglo XVII.  Huancayo, fundado por los españoles en 1572 se sitúa dentro del valle del Mantaro, en la sierra central de Perú,  al margen del Rio Mantaro. Es el capital del departamento de Junín.

Viajamos acompañados de Maite, una doctora Cubana, que recetó remedios para los dolores de cabeza y los otros leves malestares que algunos experimentaron producto de los 3,250 metros SNM.

Tomamos un abundante desayuno en el que lució la exquisita y variada fruta de la región, y  tomamos copiosas cantidades de mate de coca—lejos el mejor remedio contra los males de la altura.  Luego nos trasladamos al Centro de Eventos de EDPYME Confianza.  Después de la presentación institucional,  el grupo se trasladó al fértil y frondoso Valle del Mantaro para conocer algunos clientes de EDPYME. 

La primera parada fue donde la Señora Mercedes, exitosa pequeña productora de alcachofas.  La experiencia fue enriquecida por una dinámica de intercambio entre los ruteros y la agricultora. 

Almorzamos al lado del Rio Mantaro, con el sonido de un repentino chaparrón repiqueteando en el techo. Los exquisitos platos típicos peruanos—papas a la Huancaína y cebiche entre otros—fueron gozados por todos.

En seguida visitamos el Establo Rio Seco, donde el joven dueño, Jorge Mercado Palacios, cría vacas y ovejas. Comentó su experiencia crediticia y nos dio a probar su queso, hecho de leche de ovejas y yogurt.

Acudimos a Jauja, invitados por EDPYME Confianza, donde asistimos  a una cálida ceremonia en la que cada rutero y miembro del equipo recibió un lindo regalo hecho por artesanos de la región. Además, un grupo folclórico presentó danzas típicas.

De vuelta en bus a Lima, pasamos por el portezuelo de 4,800 metros SNM, donde los que estaban aún despiertos observaron caer nieve, copos blancos en la oscuridad.